En el Hide de Cortes de la Frontera

Increíble jornada fotográfica en el Hide de Cortes de la Frontera

Aquí algunos de los resultados...

Para ver las fotos con total detalle y calidad de subida pinchar sobre ellas para verlas a tamaño completo y según el navegador que se tenga se abre una presentación de las mismas.

Llegamos al recinto donde se sitúa el hide antes del amanecer, sobre las 7 de la mañana, todo estaba oscuro y apenas veíamos nada a la luz escasa de las linternas. Entramos en la caseta y nos resguardamos del frío y la llovizna que caía. En el interior la temperatura era algo más templada y desplegamos los equipos y a esperar que amanezca.


Con los primeros reflejos de luz, empezamos a divisar las primeras aves, todas insectívoras donde el festín lo tenían más que asegurado, y no digo nada más al respecto...

Las primeras en llegar unas lavanderas...

Según aumentaba la iluminación divisamos un campo lleno de restos y la descarga de un camión de carroña, y pensamos "van a tardar 3 días en comerse todo eso..."

Siguen llegando nuevas especies, entre petis rojos, bisbitas compestres, tarabillas y zorzales...





Son sobre las 11 de la mañana, el sol empieza a calentar, las aves insectívoras se han marchado y aún seguimos sin rastros de los carroñeros, empezamos a mosquearnos un poco, que raro que aún no se vea ningún pajarraco??, me comenta mi compañero que el chaval que gestiona el hide y echa de comer en el recinto le dijo que empezarían a entrar sobre las 11.30, bueno pues a esperar. Mientras nos comemos unos bocadillos aprovechando el viento a favor... ya que cuando cambiaban los aires y nos enfocaba de lleno... uff deja deja no quiero recordar...
Seguimos sin hacer ni pisca de ruido y movernos de forma sigilosa para que nada sospeche de la caseta...

Llegan las 11.30, empezamos a escuchar alguna que otra hurraca y cuervos que estan examinando la zona, y a lo lejos se divisan algunos buitres sobre el cielo.

De buenas a primeras baja uno de ellos a la superficie y con astucia inspecciona la carroña, pero lo curioso sin dar bocado, hasta que de repente en cuestión de unos 30 segundos sobre 200 - 300 buitres bajan de golpe y porrazo al suelo.
Se acabó el silencio y la paz fúnebre de la zona, aquello se convierte en una auténtica fiesta, el montón de carroña acumulada empieza a repartirse por todo el recinto, continuas peleas y dura lucha llena de ansiedad y desenfreno por comer...





Estamos flipando como niños chicos ante tan bestial espectáculo, dónde no dejamos de disparar foto tras foto, ya saldrá alguna buena decimos...







Según avanzaban el tiempo el camión de carroza empieza a desaparecer, increíble lo que come un bicho de estos, empiezan a repartirse y a buscar zonas más tranquilas para reposar tan tremenda comelona y secar las alas, mojadas por la fina lluvia de la mañana.



El tiempo pasa volando, cuando nos damos cuenta son las 2 de la tarde, los bichos aún siguen ahí, "Qué hacemos?", "pues nada a aguantar hasta que se harten y vuelvan a sus buitreras" ya que de la caseta no salíamos ni loco, ni debieramos salir ya que ellos no deben saber que allí hay nadie...
Por suerte para nosotros, sobre las dos y media unos turistas impresionados por tal espectáculo, se acercan más y más al recinto hasta que dejan aquello sin una sola ave y solo quedan cientos de restos de otros animales que han servido de almuerzo para este grupo de gigantes voladores que aunque con trabajo levantaron el vuelo servidos al menos por el día de hoy.


Y esto es todo sobre nuestra experiencia en el Hide de Cortes de la Frontera, algo que al que le guste la naturaleza, la fotografía y tenga algo de cuerpo... lo recomiendo al 100%.

Así que si tenéis oportunidad no dudeis contactar con el "Hide de Cortes de la Frontera" bien por facebook o por su blog, porque es una experiencia única.

Jorge Cuadro.



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